Durante décadas, la terapia hormonal (TH) enfrentó reacciones injustificadas, impulsadas por advertencias demasiado cautelosas de la FDA que asustaron a muchas mujeres y las alejaron de tratamientos que podrían aliviar los síntomas debilitantes de la menopausia. La advertencia de “recuadro negro” de la FDA, que alguna vez fue una barrera importante para el acceso, ahora se ha revertido, reconociendo que los temores anteriores fueron en gran medida exagerados debido a investigaciones obsoletas. Este cambio está destinado a aumentar la adopción de TH, a medida que tanto los médicos como los farmacéuticos estén más dispuestos a recetar y dispensar estos medicamentos.
Pero más allá del alivio de los síntomas, la TH tiene efectos profundos en la salud de la piel, efectos que ahora se comprenden mejor. Las hormonas influyen directamente en la producción de colágeno, la hidratación y la función de barrera, lo que hace que la TH sea un factor importante para mantener una piel joven y resistente.
¿Qué es la terapia hormonal?
La terapia hormonal implica restaurar los niveles hormonales en disminución, generalmente comenzando con estrógeno para mujeres en la perimenopausia o menopausia. Los receptores de estrógeno están muy extendidos en todo el cuerpo, lo que afecta la salud ósea, la función cognitiva y, fundamentalmente, la integridad de la piel. La forma más común es el estradiol, que se toma por vía oral, vaginal o transdérmica (parches, geles, aerosoles). Muchos médicos prefieren la administración transdérmica porque evita el procesamiento del hígado, lo que reduce el riesgo de coágulos sanguíneos.
Para proteger el revestimiento del útero, el estrógeno a menudo se combina con progesterona o una progestina sintética, a menos que la mujer haya tenido una histerectomía. La progesterona también ofrece beneficios para el estado de ánimo y el sueño, mientras que la testosterona, aunque históricamente restringida, ahora se reconoce como potencialmente útil para la libido baja, la masa muscular y el bienestar general. La testosterona generalmente se administra como una crema transdérmica para permitir ajustes de dosis.
La controversia: ¿Por qué se temía tanto a la HT?
El temor que rodea a la TH se originó a partir del estudio de la Iniciativa de Salud de la Mujer de 2002, que la vinculó con mayores riesgos de cáncer de mama, enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares. Sin embargo, los participantes del estudio eran mayores que el típico usuario de TH, a menudo con problemas de salud preexistentes y utilizaban formulaciones hormonales diferentes a las prescritas en la actualidad. Muchos expertos ahora creen que los hallazgos fueron exagerados o irrelevantes para las mujeres que iniciaron la terapia hormonal cerca de la menopausia.
A pesar de esto, la FDA implementó un recuadro negro de advertencia que permaneció durante años, disuadiendo a innumerables mujeres de buscar tratamiento. En noviembre de 2025, la FDA cambió de rumbo y eliminó la advertencia en reconocimiento de datos actualizados y un consenso cada vez mayor entre los profesionales médicos.
Cómo la THS afecta tu piel: una inmersión profunda
Las hormonas impactan profundamente la piel a nivel celular. El estrógeno, la progesterona y la testosterona interactúan con receptores de la epidermis, la dermis, las glándulas sebáceas y las vías de los pigmentos. La disminución de los niveles de estrógeno conduce a una reducción de la producción de colágeno, una hidratación deficiente, una función de barrera debilitada y una cicatrización más lenta de las heridas.
La terapia con estrógeno revierte estos efectos al aumentar la síntesis de colágeno, mejorar la hidratación mediante el aumento de la producción de ácido hialurónico y ceramida y fortalecer la barrera cutánea. Los estudios demuestran que la TH puede mejorar el grosor, la elasticidad y la función inmune de la piel. Sin embargo, el estrógeno también puede estimular los melanocitos, lo que podría provocar melasma (manchas oscuras), especialmente con la exposición al sol.
La terapia con progesterona puede aumentar sutilmente la producción de sebo, lo que puede mejorar la función de barrera pero también contribuye al acné en algunas personas. Sus efectos calmantes también pueden beneficiar indirectamente la salud de la piel al promover un mejor sueño.
La terapia con testosterona, aunque es menos común, puede mejorar el grosor y la elasticidad de la piel, pero también puede causar acné debido al aumento de la actividad de las glándulas sebáceas.
Estrategias de cuidado de la piel para mujeres que reciben terapia hormonal
Dados los posibles efectos secundarios, es crucial adoptar un enfoque estratégico para el cuidado de la piel.
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Prevención del melasma: Los protectores solares minerales con zinc o dióxido de titanio son esenciales, junto con fórmulas con color que bloqueen la luz visible. Los ingredientes iluminadores como la vitamina C, el ácido azelaico y el ácido tranexámico pueden ayudar a controlar la pigmentación. Los tratamientos profesionales como las exfoliaciones químicas y los láseres dirigidos (V Beam, PicoWay) también pueden ser eficaces.
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Control hormonal del acné: Ajustar la dosis hormonal o el método de administración puede ser el primer paso. El ácido azelaico y los retinoides pueden ayudar a controlar los brotes, mientras que los lavados con azufre medicinales pueden reducir aún más la inflamación.
La conclusión clave es que los efectos de la terapia hormonal en la piel son complejos e individualizados. Al comprender estas interacciones y adoptar una rutina proactiva de cuidado de la piel, las mujeres pueden maximizar los beneficios y al mismo tiempo mitigar los posibles inconvenientes.
En última instancia, la revocación de la advertencia del recuadro negro de la FDA marca un punto de inflexión en la salud de las mujeres, permitiendo decisiones más informadas y acceso a tratamientos que pueden mejorar significativamente tanto el bienestar general como la salud de la piel.



























